El hantavirus, tratado a tiempo, es curable

En estos últimos días, las informaciones periodísticas hacían hincapié en la existencia de ratas en el sur del país. Una de las ciudades fue Villa Langostura; en la misma semana, autoridades (de manera inmediata), negaban que se tratara de una «colonización» de este tipo de animales. Es más, el intendente de la ciudad, Guillermo Caruso, salió a asegurar que la situación “estaba controlada” y que no había infectados por hantavirus. De todas maneras, por prevención, se cerraron los accesos a los lagos de la zona norte del Parque Nacional Nahuel Huapi. «El hantavirus es mortal si no se da cuenta la persona o no se trata; sino es curable», remarcó el Director de Bromatología y Zoonosis de la Municipalidad de Junín.

El hantavirus es una enfermedad zoonótica transmitida por roedores no sólo a personas sino también a su misma especie y lo hace, fundamentalmente, el colilargo. Es una patología virósica transmitida por ratas. Lo hacen por medio de materia fecal y saliva. Las heces cuando se secan al estar en lugares cerrados, al vaporizarse penetra por fosas nasales y boca, el aire con el virus y surge el contagio. Por la saliva del roedor, al exterminarlo, asimismo puede darse la infección. Cuando se acampa, incluso se puede dar la contaminación. El director de Bromatología y Zoonosis de la Municipalidad, el médico veterinario, Julio Ferrero, explicó que «cuando salimos de camping, hay que tener muchas precauciones. Las carpas deben contar con piso y no acostarse sobre el suelo e higienizarse manos; la lavandina es el modo más importante que existe para eliminar este problema.

Los síntomas pueden ser dolores de cabeza, respiratorios, cardíacos. No se han registrado brotes en la región; sí, algunos casos aislados. Afirman que entre 17 y 20 casos por año es normal. «Cuando el año pasado se dio en Río Negro fue una situación «explosiva». Hubo casos que modificaron la forma de transferir el contagio. Nunca se pasó de persona a persona y ocurrió», remarcó Ferrero.

25 noviembre, 2019Etiquetas: enfermedad zoonótica, Hantavirus, Julio Ferrero Bromatología y Zoonozis