Una mujer de 65 años de edad con retraso madurativo denunció que fue abusada sexualmente “en manada” por varios hombres, entre ellos uno con el que mantenía una relación sentimental, pero el único imputado es su hijo, por haber violado una perimetral al acompañarla a la comisaría a raíz de la situación que había atravesado.
El extraño episodio ocurrió en la localidad de Los Hornos, en cercanías de La Plata, entre el 20 y el 24 de mayo pasado, lapso durante el cual la mujer permaneció en una casa desconocida con un grupo de hombres que –según dijo- la sometieron sexualmente.
La mujer denunció que fue obligada a tomar alcohol, pastillas que le causaron somnolencia e inconciencia y a fumar marihuana. En ese contexto, describió que fue abusada por el hombre con quien mantenía una relación y por otros que lo acompañaban y a quienes no conocía.
El caso
El caso salió a la luz porque la mujer retornó finalmente a su casa (para entonces ya su hijo había denunciado su desaparición) y le contó a una amiga lo que había vivido. La víctima sufre un retraso madurativo que, según su abogado, Martín de Vargas, causa que tenga “la mentalidad de una nena de diez años”. La mujer vivía con su hijo, quien se ocupaba de ella, pero sorpresivamente lo denunció por violencia familiar y obtuvo una orden de alejamiento.
“La denuncia por violencia familiar fue instigada por los violadores. No había ningún hecho previo que la justificara. Sospechamos que querían usurparle la casa y para eso precisaban que la mujer estuviera sola y desprotegida”, elucubró el abogado De Vargas.
Cuando reapareció, su hijo tomó contacto con ella y la acompañó a formular la denuncia ante el Gabinete de Delitos Sexuales de la DDI de La Plata. La fiscalía entendió que el hijo había violado la perimetral, le inició una causa penal por “desobediencia a una orden judicial” y reiteró la prohibición de acercamiento, aún en estas circunstancias. El abogado De Vargas explicó que “el único imputado es el hijo; los violadores están sueltos y la investigación está dando apenas sus primeros pasos”.
Una joven secuestrada fue rescatada por un grupo de vecinos que fueron testigos de lo que estaba sucediendo en la casa del hombre que la tenía prisionera en el barrio Abasto, de la ciudad de Rosario.
Frente a tal escenario una vecina trepó el enrejado y rescató a la chica. Según pudo declarar la víctima, el captor la había sorprendido más temprano cuando había salido de trabajar en una panadería del barrio y volvía sola caminando a su casa. En ese momento, la llevó por la fuerza a su vivienda e intentó abusar sexualmente de ella.
“Estábamos en mi casa, empezamos a escuchar gritos desesperados de una chica, que decía que la mataban”, relató una testigo en diálogo con el portal Conclusión, y añadió: “Cuando salimos, estaba completamente desnuda diciendo que intentaba escapar de la casa. El señor también desnudo la agarró de la cabeza y la empezó a golpear contra el portón hasta que la dejó en el piso. Nos metimos para sacarla y el hombre se metió en la casa. La chica estaba en shock”.
Una ambulancia llegó al lugar minutos más tarde, al igual que la policía. Sin embargo, “el fiscal no autorizaba el allanamiento a la casa. No pudieron entrar”, señaló la mujer testigo. Cerca de las 21, los efectivos pudieron actuar y se llevaron detenido al hombre a la comisaría 5º.
Dos hombres fueron condenados –en juicio abreviado- a 9 años de prisión y una mujer a 10 años de cárcel, por los abusos sexuales que sufrió una niña en el paraje Integración de Comandante Andresito. Los condenados son los padres de la víctima y un vecino suyo de 62 años.
El acuerdo fue establecido por la Fiscalía y las defensas de los acusados y es el Tribunal Penal 1 de Eldorado, quién debe homologar ahora las sentencias. Las penas recayeron sobre los padres de la menor (ella de 44 años y el hombre de 45 años) y un vecino suyo, que había quedado viudo.
Su madre fue quien la entregó al sexagenario y fue condenada a 10 años de prisión por “encubrimiento agravado en concurso real, promoción a la prostitución agravado por el vínculo y la condición de menor de la víctima”.
Su padre; había comenzado a violarla también cuando se enteró de su padecimiento y prolongó su calvario y fue condenado a 9 años de cárcel por “abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por el vínculo y la convivencia preexistente varios hechos”.
Tercer acusado
En tanto que el tercer acusado, aceptó también la culpa y recibirá 9 años de prisión por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por la condición de menor de la víctima en concurso real con coacción”. La menor fue abusada desde los 8 hasta los 13 años y los hechos ocurrieron en el paraje Integración de Comandante Andresito.
De acuerdo al expediente de elevación a juicio, la menor comenzó a ser violada por un vecino de la familia, un viudo de 62 años, cuando tenía tan solo 8 años, entregada por su madre, a cambio de dinero.
Luego, a los 10 años cuando le víctima le cuenta lo que le sucedía a su padre, un agricultor de 45 años, éste también comenzó a abusar sexualmente de ella.
Cansada de los abusos, la menor se fue a vivir con una hermana mayor a los 13 años, y allí fue que dejó trascender su verdadero calvario.
Inmediatamente, su hermana formaliza la denuncia y son detenidos los padres de la niña y el sexagenario abusador. Los dichos de la menor fueron ratificados por ella misma luego ante una audiencia realizada en Cámara Gesell de Eldorado, en agosto de 2018. Además, los exámenes médicos efectuados a la menor corroboraron las lesiones compatibles con el abuso sexual de vieja data.