El fenómeno de la pobreza se incrementó en Junín

El Comedor «Comida Solidaria» funciona en la Sociedad de Fomento del barrio «San Jorge». Es un proyecto que fue formado por vecinas del mismo sector. «Como consecuencia de aplicación de políticas neoliberales de este último tiempo, el fenómeno de la pobreza se incremento de manera exponencial. Observando la situación, este grupo buscó una estrategia para poder llevar alimentos por lo menos un día a la semana a sus familias», manifestó la Licencia en Antropología, Leticia Balocco, una de las integrantes que no pertenece a ese barrio pero que tuvo el deseo de ayudar y sumarse. «Las conozco hace 1 año y medio porque presté servicio como antropóloga y se fue generando un lazo de amistad con las vecinas a quienes les surgió la idea de empezar con este plan solidario que nace de una demanda barrial», agregó.

A «Comida Solidaria» también llegan en búsqueda de un plato de alimentos desde otros barrios como «La Vaca», «El Progreso», «La Loma» y «La Celeste». Cecilia Cepeda es la gestora de este comedor. «Primero comencé con un merendero en el mismo salón. Después, continué sola con una ollita en mi casa y ahora hace 6 meses que estamos nuevamente en la sede de «San Jorge». Le daba de comer a 10 personas y hoy son 50 niños; es por eso que pedí permiso para volver nuevamente a la sede por un tema de espacio físico», expresó la creadora del Comedor conformado por 7 mujeres. «Lo que queda las madres se los llevan a otros hijos porque hay mamás que tienen 7, por ejemplo, pero no vienen con todos», indicó.

Cada martes que pasa se suman más personas, en total llegan a unas 100 aproximadamente entre hijos y familias. «Se ve hambre. Vienen madres adolescentes embarazadas, abuelos, nenes, adolescentes. No tenemos privilegios de edad, no le decimos no a nadie», dijo. Ante la demanda no sólo de comida, necesitan de la colaboración de más alimentos no perecederos, ropa y calzados. Se lo puede acercar los días martes de 17:30 a 22:30 a la Sociedad de Fomento «San Jorge» ( calle Intendente de la Sota entre Marrull y Bentancourt ). «Hay niños que vienen descalzos y sin indumentaria. Nosotros somos humildes pero hay quienes son más pobres», confesó Gisela Cepeda.

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