El Gobierno oficializó este martes la creación del programa “Puente al empleo”, que busca transformar unos 200.000 planes sociales en empleo formal y que comenzará a tener vigencia a partir del 1° de octubre, por un plazo no menor a 24 meses.
La iniciativa, que consta de 20 artículos fue publicada en el Boletín Oficial a través del decreto 551/2022, firmado por el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Juan Manzur; y los ministros Sergio Massa (Economía), Claudio Moroni (Trabajo) y Juan Zabaleta (Desarrollo Social).
El objetivo del Programa es “transformar de manera gradual y con un criterio federal a los programas sociales, educativos y de empleo en trabajo registrado de calidad”, destaca el decreto. Además, remarca que apunta a “mejorar la empleabilidad y la generación de nuevas propuestas productivas y promover la inclusión social plena de aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social y económica”.
Son las mujeres las que reciben más planes sociales. Desde el Movimiento Evita Junín intentan desmitificar que quienes son beneficiarios de este tipo de ayuda, no trabajan. Y un claro ejemplo, como tantos otros, han sido las obras que efectuaron trabajadores en los Jardines 909 y 914 de nuestra ciudad. Alrededor de veinte personas se dedicaron, desde el mes de junio, al arreglo de paredes y pintura de estas dos instituciones educativas.
La responsable del Movimiento Evita, Florencia Müller, dijo que están muy contentos de haber podido coordinar y articular con el Consejo Escolar, con directivos de los jardines y con el Estado. «Eso demuestra que es posible trabajar en conjunto con otros sectores en pos de buscar mejoras para la sociedad». Se hizo en el marco del programa Argentina Unida por la Educación y el Trabajo. Se trató de un trabajo mancomunado con el Consejo Escolar quien se encargó de la distribución y coordinación de materiales.
Las agrupaciones sostienen que, en la actualidad, el sexo femenino es el que menos acceso al empleo formal tiene; por eso, «en esta oportunidad, trabajaron más mujeres que hombres». Las edades que se encuentran dentro de los programas sociales oscilan entre los 40 y 50 años pero también hay jóvenes y el género es variado. «Las organizaciones sociales queremos plantear y discutir que, no sea sólo una retribución por un salario, sino que las personas puedan tener un empleo y reconocimiento de sus derechos», expresó Müller.